MITOLOGIA GRIEGA

La mitología griega

  • La mitología griega está formada por un conjunto de leyendas que provienen de la religión de esta antigua civilización del Mediterráneo oriental. Los griegos, aunque no practicasen la religión, conocían estas historias, las cuales formaban parte de su acervo cultural.
  • Los dioses del panteón griego adoptaban figuras humanas y perLsonificaban las fuerzas del Universo; al igual que los hombres, los dioses helenos eran impredecibles, por eso unas veces tenían un estricto sentido de la justicia y otras eran crueles y vengativos; su favor se alcanzaba por medio de los sacrificios y de piedad, pero estos procedimientos no eran siempre efectivos puesto que los dioses eran muy volubles.
  • La mitología griega es absolutamente compleja, llena de dioses, monstruos, guerras y dioses entrometidos. Algunos estudiosos afirman que llegó a haber hasta 30.000 divinidades en total.
  • Esta mitología comparte una estrecha similitud con la mitología romana, en cuanto a los nombres de varios dioses y personajes de importancia. También se relacionan en cuanto a la parte mitológica de la religión; creencias, tradiciones y todo lo ligado o referente a Mitología.




Para lograr consolidar una revisión o recuperación de la mitología griega, requiere de fuentes literarias de permiten el acceso a esta información. Entre los poemas épicos la Iliada y la Odisea, que se centran en los sucesos que ocurrieron en torno a la Guerra de Troya son las más relevantes.
Por otro lado, los poemas de Hesíodo, un casi contemporáneo de Homero, denominados como Teogonía y Trabajos y días, son relatos en los que se habla de la génesis del mundo, la sucesión que se ha dado para los gobernantes divinos, las épocas humanas y finalmente el origen de cada una de las tragedias para la humanidad. 
No hay que pasar por alto que también un proceso de conservación de los mitos en los himnos homéricos, en poemas líricos, en la poesía épica del ciclo troyano, igualmente en las obras de los dramaturgos del siglo V a. C., por parte de los poetas del Periodo helenístico, en los textos de la época del imperio romano con autores como Pausanias y Plutarco.










Una forma de clasificación de la mitología griega, que por cierto es la más compartida, es la siguiente:

Cosmogónicos: Aquellos que hablan sobre el origen del universo.
Teogónicos: Sobre el origen de los dioses.
Antropogónicos: El origen del hombre.
Etiológicos: El origen de instituciones determinadas.
Escatológicos: Sobre la vida de ultratumba.
Morales: Relacionados con la lucha entre el bien y el mal

DiosElementoRepresentaAtributosEquiv.Romano
AfroditaAmorBellezaPalomaVenus
ApoloSolArtes, letras, músicaArco, lira y laurelFebo
AresOdioTempestad, GuerraCasco, lanzaMarte
ArtemisaLunaCaza, CastidadArco, ciervoDiana
AteneaInteligenciaSabiduríaArco, lira, laurelMinerva
DemeterTierraFecundidadGavilla
HadesInfiernoInfiernosBastón, Copa de la AbundanciaPluton
HefestoFuegoIndustriaYunque y martilloVulcano
HeraCieloMatrimonioPavo RealJuno
HermesIngenioActividad, comercioPetaso, caduceo, alas en los piesMercurio
HestiaHobarVirtudes DomésticasFuego sagradoVesta
PoseidonMarCóleraTridente, caballoNeptuno
ZeusCielo, airePoderAguila, cetro, rayoJupiter
 Dioses_Menores
Acaste
Actea
Admete
Agave
Anfiro
Anfíritre
Ariadna
Asclepio
Asia
Aurora
Bóreas
Circe
Céfiro
Deméter
Dionisio
Eolo
Eos
Eride
Eris
Eros
Eter
Euro
Glauco
Hebe
Helios
Hesperia
Hestia
Higeia
Himeneo
Hipnos
Hécate
Ilitía
Iris
Morfeo
Niké
Noto
Némesis
Pan
Perséfone
Ponos
Proteo
Príapo
Sileno
Temis
Tánato











Criaturas
Argos
Arpía
Caribdis
Centauro
Cerbero
Cíclope
Dríadas
Equidna
Escila
Esfinge
Gerión
Goronas
Grifos
Hidra de Lerna
Hipocampo
Jabalí de Calidonia
Jabalí de Erimanto
Lamia
León de Nemea
Medusa
Minotauro
Moiras
Nereida
Ninfa
Náyades
Parcas
Pegaso
Pléyades
Pájaros del Estínfalo
Quimera
Quironte
Sirena
Sátiro
Talos
Tritón


Mortales
Acteón
Agamenón
Alcmene
Andrómeda
Anquises
Aquiles
Ascanio
Atalanta
Ayax
Bato
Belerofonte
Briseis
Calisdalto
Casandra
Casiopea
Cefeo
Clitemnestra
Crises
Dioscuri
Dríope
Dédalo
Eaco
Eneas
Europa
Helena de Troya
Heracles
Hilas
Héctor
Hécuba
Icaro
Io
Iolao
Jasón
Leda
Licaón
Medea
Menelao
Midas
Minos
Odiseo
Pandora
Paris
Peleo
Perseo
Pigmalión
Príamo
Teseo
Tindareo
Titón






Titanes
Astrea
Atlas
Ceo
Cronos
Crío
Dione
Epimeteo
Febe
Helios
Hiperión
Jápeto
Leto
Metis
Mnemósine
Océano
Prometeo
Rea
Selene
Teia
Temis
Tetis
Agrupaciones_Divinas
Cárites
Erinies
Erinías
Horas
Moiras
Musas
Ninfas
Sátiros





seres mitológicos

Las Parcas



Las  son las diosas del destino.
Son tres hermanas hilanderas que personifican al nacimiento, el matrimonio y la muerte.
Escribían el destino de los hombres en las paredes de un enorme muro de bronce .Y nadie podía borrar lo que ellas escribían.
Se llamaban Cloto, Láquesis y Atropos.
Las tres se dedicaban a hilar. Luego cortaban el hilo que medía la longitud de la vida con una tijera. Ese corte fijaba el momento de la muerte.
Ellas hilaban lana blanca y entremezclaban hilos de oro e hilos de lana negra.
Los hilos de oro significarían los momentos dichosos en la vida de las personas. Y la lana negra significaría los períodos tristes.

Las Musas


Eran muchachas hermosas dotadas de juventud eterna. Pasaban el día entonando cantos melodiosos en coro.

En el palacio del Olimpo había nueve musas que cantaban en el salón de los banquetes para deleitar a los dioses. Los dioses dejaban de comer y callaban embelesados para escucharlas.
Muchos dicen que las  eran hijas de , pero otros no coinciden y le atribuyen su paternidad a otros dioses.

Se piensa que tienen virtudes proféticas. Eso quiere decir que podían adivinar el futuro.
También se creía que tenían capacidad para inspirar toda clase de poesía y serían protectoras de toda forma de arte.
No se habla de ellas en forma individual, sino que siempre están agrupadas conformando el grupo de Las Musas.
Vestían túnicas etéreas y usaban coronitas de flores sobre el cabello.



Las Ninfas


Son jóvenes hermosas dotadas de eterna juventud. O sea que nunca envejecían.
Amaban la danza y la música.
Se cree que las  son hijas de Zeus, el dios supremo del Olimpo.
Reciben distintos nombres según el lugar que habitan.
Si viven en la montaña se llaman .
 si viven en los ríos.
 si viven en el campo.
 si viven en el mar.
 a las de las plantas y flores.
 a las que viven en los bosques.
A las que cuidan rebaños de ovejas, .
Y así muchos más nombres según cada lugar.
Si algún mortal quería bañarse en un río o talar un árbol, primero tenía que ofrecerle un sacrificio a las Ninfas o pedirles permiso.

Pegaso


Pegaso era un gran corcel blanco alado, que vivía en una montaña habitada por las nueve musas.Allí había una fuente que Pegaso abrió dando un fuerte golpe con su pata sobre la tierra.
Ningún humano podía cabalgarlo porque nadie podía atraparlo ya que era muy veloz. Participó en el mito de Belerofonte y la Quimera







Los Centauros



Los  eran seres monstruosos. Mezcla de hombre y caballo. El torso era de hombre y de la cintura para abajo eran como un caballo. O sea que tenían seis extremidades. Dos brazos y cuatro patas. Pero también hay representaciones de los Centauros como hombres de pié y que del trasero surge una mitad de caballo.
Según las leyendas vivían en los bosques y en las montañas. No se sabe si eran hijos de Ixión y Néfele o de Apolo y Estilbe.
Se habla de Los Centauros como si fueran un grupo, una tribu o un pueblo. Las hembras de Los Centauros se llamaban Centauresas.
Tenían costumbres brutales como comer carne cruda y emborracharse. Se emborrachaban muy fácilmente porque no acostumbraban tomar vino.










La Gorgona o Medusa


La  o , era un ser horrible que asolaba la región.
Había sido una belleza, orgullosa de su cabellera. Pero se atrevió a comparar su belleza con la de la diosa Atenea, entonces la diosa la castigó cambiando sus hermosos bucles rubios por serpientes.
La Medusa<br>Dibujo por Mirta Croxatto
Se convirtió entonces en un ser espeluznante. Todos los que la miraban quedaban automáticamente convertidos en piedra.
Vivía cerca de una caverna y alrededor se podían ver las figuras de los hombres convertidos en estatua de piedra por haber querido mirarla.
Dice la leyenda que Perseo la aniquiló. Fue ayudado por la diosa Atenea que le prestó su escudo, y por Hermes que le dio sus sandalias aladas. Así fue como se acercó a su caverna, mirándola a través de la imagen que se reflejaba en el escudo, pudo acercarse cuando dormía y cortarle la cabeza. Luego le obsequió la cabeza a la diosa Atenea.

La Esfinge


La ciudad de Tebas estuvo alarmada por un ser temible llamado La .
Era un monstruo terrible que asolaba un camino y nadie se atrevía a pasar.
La parte inferior de su cuerpo era como un león , con cuatro patas y cola de león y en la parte superior tenía cabeza y pecho de mujer. Le salían alas como de un águila.
La Esfinge<br>Dibujo por Mirta Croxatto
Cada vez que alguien pretendía atravesar el camino, la Esfinge se aparecía detrás de una roca y les proponía una adivinanza. El que no daba la respuesta adecuada era arrojado al precipicio.
Hasta ahora nadie había podido resolverlo.
Cuenta la leyenda que Edipo, que era muy valiente, se animó a pasar. Apareció La Esfinge que le preguntó: -¿Cuál es el animal que por la mañana anda en cuatro patas, al mediodía en dos y a la noche en tres? Edipo, le respondió: - Es el Hombre. Que en su niñez camina en cuatro patas, en la adultez, se para erguido y en la ancianidad se ayuda con un bastón. La Esfinge se sintió tan herida en su amor propio que en su angustia se arrojó hacia el precipicio y murió.





Las Sirenas


Las  eran divinidades marinas.
Tiene cabeza y pecho de mujer y el resto del cuerpo en forma de pájaro.
Eran poseedoras de una voz encantadora. Tanto que se atrevieron a competir con las musas. Pero las musas ganaron el concurso y les arrancaron las plumas.
Entonces se instalaron en la costa de Sicilia, sobre unas rocas.
Cuando algún barco pasaba, ellas cantaban y atraían de esta manera a los navegantes, que subyugados por la dulce melodía, quedaban como hipnotizados, estrellando los barcos contra las rocas.

El Can Cerbero


Era un perro monstruoso con tres cabezas. Era el guardián del Tártaro. (ver Lugares mitológicos).

Comía carne de cadáveres.
Le gustaba aullarle a la luna, especialmente si había luna llena.

Esperaba a las puertas del Tártaro, que algún difunto quisiera pasar sin pagar entrada y lo devoraba.


Los Sátiros


Son divinidades de los bosques y de las montañas.
Se los conoce también con el nombre de . Algunos dicen que son mitad hombres, mitad machos cabríos, otros que eran mitad hombres y mitad caballos. En todos los casos tienen una larga cola como las de los caballos.
Los  pertenecían al cortejo de Dionisio. Participaban de todas sus fiestas bailando y bebiendo hasta emborracharse.
Las Ninfas estaban en alerta continua para escapar de ellos, pues estos las perseguían ya que nunca estaban lo suficientemente satisfechos sexualmente.

Los Pigmeos


Los pigmeos eran un pueblo de hombres minúsculos. Se los llamaba así, debido a una palabra griega que quiere decir codo o medida de trece pulgadas. Cada pulgada es alrededor de 2,5 centímetros. Y se dice que esa era la altura de esos hombres.
Algunos dicen que vivían cerca del Nilo y otros dicen que vivían en la India.
Homero cuenta en sus relatos que las grullas emigraban durante el invierno al país de los pigmeos y que se trenzaban en una feroz lucha con esos pequeños habitantes, que debían armarse para defender las plantaciones de trigo de esos voraces visitantes.

Los Grifos


Los Grifos eran animales fabulosos. Con alas y pico de águila y cuerpo de león.
Los Grifos podían encontrar oro en las montañas, y, como las aves construían sus nidos con hilos del precioso metal. En lugar de huevos ponían ágatas.
Vivían en el país de los Hiperboreos. Tenían largas garras y el píe era tan grande que muchos habitantes del país fabricaban con él copas para beber.
Muchos cazadores se animaban a ir en busca de los tentadores nidos de oro, pero los Grifos, sabían mantener alejados a los ladrones y saqueadores de oro gracias a su instinto.

Escila


Escila era un monstruo fantástico con doce patas y seis cabezas de cuyas bocas asomaban afilados colmillos. Ladraba día y noche sin parar como un perro rabioso.
Habitaba en una cueva, escondida en una roca altísima junto a un estrecho que los navíos debían atravesar para llegar al mar.
Devoraba a cuanto animal pudiera acercarse y cada vez que un navío atravesaba el lugar se hacía un banquete, ya que cada una de sus cabezas podía engullir un marinero.


Caribdis


Frente a la roca que servía de morada a Escila, se encontraba otra roca altísima a cuyo pié crecía un árbol frondoso. Entre sus raíces, había una cueva y allí vivía Caribdis, otro terrible monstruo.
Caribdis absorbía el agua del mar tres veces por día, haciéndola penetrar en su cueva. Luego lo devolvía otra vez al mar, pero todo lo que penetraba en la cueva, Caribdis lo despedazaba.


Constelaciones y mitologia

La Vía Láctea


La Vía Láctea se llamaba al camino que conduce al palacio de los dioses. Cualquiera puede verlo en una noche despejada y más aun cuando  la luna se oculta.

Constelación de Virgo


Astrea, diosa de la inocencia y la pureza. Era hija de Temis. Cuando abandonó la tierra fue colocada entre las estrellas, donde constituyó la constelación de Virgo (la virgen).

La Osa Mayor y la Osa menor


Calisto era una joven doncella que fue convertida en osa por Juno debido a un ataque de celos. Calisto entonces deambulaba por los bosques llena de vergüenza. Un día vio a su propio hijo cazando en el bosque y ella deseo acercarse para abrazarlo. El joven al ver la osa había dispuesto el arco y la flecha para conseguir su presa.
Júpiter observó la escena yantes que se cometiera el crimen colocó a ambos en el cielo como la Osa Mayor y la Osa menor.
Juno se enfureció al ver a Calisto y su hijo en el firmamento en las proximidades del Polo y acudió con su queja a las potestades del mar.
Los señores del mar le dieron la razón a Juno y ahora ambas constelaciones giran en el cielo pero nunca se hunden como otras estrellas en el mar.

Geminis (los Mellizos)


Castor y Pólux eran dos mellizos  hijos de Leda y Zeus  trocado en  cisne. Castor era un gran domador y Pólux muy buen boxeador. Participaron en varias luchas. Cuando Castor murió, Pólux desconsolado pidió a Zeus dar su vida en rescate por la de su hermano.
Zeus recompensó el cariño de esos hermanos colocándolos entre las estrellas como Geminis  (los Mellizos)

La Corona de Ariadna


Ariadna era hija del rey de Minos. Ariadna fue la doncella que ayudó a Teseo a escapar del laberinto del Minotauro. Teseo la llevó consigo y luego la abandonó en la isla de Naxos.
Ariadna lloraba su desventura cuando la encontró Baco y la hizo su esposa y le regaló una corona de oro engarzada con piedras preciosas.. Cuando Ariadna muere, Baco arrojó la corona al cielo. A medida que la corona ascendía, las piedras se hicieron cada vez más brillantes hasta convertirse en estrellas. La corona de Ariadna se mantiene fija como constelación entre Hércules arrodillado y el hombre que sostiene la serpiente.


El Delfín


Anfitrite era hija de Nereo y de Doris. Neptuno (el dios del mar) se enamoró perdidamente de ella. Para seducirla se montó en un delfín. Cuando ella accedió a ser su esposa, Neptuno recompensó al delfín, colocándolo entre las estrellas.

Orión


Orión era hijo de Neptuno. Era gigante, trabajador y de buen aspecto.
Orión se había enamorado de Merope, la hija del rey de Quíos, Enopión. Orión hizo todo lo posible para conseguirla como esposa, pero su padre nunca accedía a su petición. Un día, Orión trató de tomarla por la fuerza y su padre, Enopión se enojó tanto que lo dejó ciego.
Vulcano se apiadó del pobre Orión, puso a uno de sus hombres, Quedalión a su disposición. Este lo cargó sobre sus hombros y lo llevó a la morada del sol, donde recobró la vista.
A partir de ese momento, Orión se quedó junto a Diana compartiendo sus cacerías y parecía que estaban enamorados.
El hermano de Diana, Apolo, se puso celoso y aprovechando que Orión estaba nadando en el mar, desafío a Diana en puntería a acertarle a un punto negro que estaba en el mar. Diana aceptó  el desafió y con certera puntería mató sin saberlo a Orión. Cuando el mar arrojó su cuerpo a la orilla, Diana lloró amargamente y lo ubicó en el firmamento donde aparece como un gigante, con cinturón, espada, piel de león y garrote.

Sirio


Sirio, el perro de Orión, sigue a su amo en el firmamento brillando intensamente.

Las Pléyades


Las Pléyades eran hijas del gigante Atlas. Orión enamorado las perseguía. Las Pléyades rogaron entonces a los dioses que las transfiguraran y Zeus las convirtió en palomas. Más tarde las transformó en constelación. Eran siete estrellas. Una de ellas, Electra, abandonó su sitio para ver la ruina de Troya. Por esa razón se ven solo seis estrellas y desde que Electra abandonó su lugar han quedado pálidas.

Hércules


Hércules era hijo de Zeus y Almecna.
Al llegar la hora de su muerte se dirigió al monte Eta, construyó una pira funeraria y se acostó. Las llamas devoraron la parte humana que correspondía a su madre, Almecna, pero la parte divina que correspondía a su padre, alcanzó más fuerza asumiendo una divina dignidad.
Su padre, Zeus, lo cubrió con una nube y lo hizo ascender al firmamento en una carroza de cuatro caballos para ubicarse entre las estrellas.

Quirón


Quirón era el más sabio y más justo de todos los Centauros .Fue educado por Apolo y Diana. Era célebre por su destreza en la cacería, medicina, música y además profetizaba. A su muerte, Zeus, para premiarlo lo colocó entre las estrellas, para formar la constelación de Sagitario.



Pegaso


Pegaso era un magnífico caballo alado que nadie podía domar ni montar. Cuando Belerofonte lo vio ardió en deseos de montarlo y, para hacerlo pidió ayuda a la diosa Atenea. Ella le dio un freno de oro y mediante ese artilugio, Belerofonte pudo domar y adiestrar a Pegaso para la guerra y fue su compañero inseparable de muchas hazañas. Un día Belerofonte quiso volar con Pegaso hasta el Olimpo y esto le valió la ira de los dioses. Zeus  envió un tábano que picó a Pegaso arrojando a Belerofonte por el aire. Pegaso continuó ascendiendo hacia el cielo donde se transformó en constelación.

Perseo y Andrómeda


Andrómeda era hija de Casiopea y el rey Cefeo. Casiopea había provocado la furia de las nereidas al decirse más hermosa que ellas.
Poseidón para vengar su soberbia envió un monstruo marino que asoló las costas devorando hombres y ganado.
Cuando para buscar un método que salvara a su pueblo del temible monstruo el rey Cefeo consultó al oráculo, este le dijo que la única manera era entregar a su hija Andrómeda como alimento al monstruo marino. Lleno de dolor, el rey ató a su hija junto al mar para alimento del espantoso animal.
Quiso que en ese momento pasara Perseo por el lugar y viera a Andrómeda atada junto a las rocas llorando amargamente. Se acercó a ella y supo de su desgracia al mismo tiempo que su corazón se enamoraba de la bella doncella.
Mientras conversaban el monstruo se asomó sobre la playa y Perseo sin dudarlo, se trabó en feroz lucha hasta matar al animal.
Perseo, desató a Andrómeda y la entregó a su padre mientras la pedía en matrimonio. El rey se la entregó en matrimonio como recompensa por su hazaña.
Perseo, junto con Andrómeda se convirtieron luego de su muerte en una de las constelaciones más brillantes del firmamento.


Lugares mitologicos

El Olimpo

El monte más alto de Grecia es el Monte Olimpo.
El Palacio del Olimpo<br>Dibujo por Mirta Croxatto
Sus paredes de roca muy escarpadas hacen casi imposible escalarlo. Tan alto es que casi no se puede ver la cima, siempre rodeada por nubes.
Allí, en la cima del Olimpo tenían su palacio los doce dioses más importantes de los griegos.
El palacio había sido construido por los .
El palacio estaba construido como los palacios de los reyes. O sea que era muy grande y fastuoso.
Tenía muchos departamentos para que cada uno de los dioses viviera cómodamente y un salón donde se reunía el Consejo donde estaban dispuestos los tronos de los dioses.
El palacio también tenía comedores, cocinas, salas de armamentos, habitaciones para la servidumbre, establos para los caballos, perreras para los sabuesos y hasta un zoológico donde guardaban a sus animales sagrados. Estos incluían a un oso, un león, un loro, un águila, tigres, una vaca, una tortuga, un hurón, bueyes blancos, una lechuza, un ciervo, una cigüeña, cisnes, ratones y un estanque lleno de peces.


El Tártaro


Era un lugar situado en la región más profunda de la tierra. Mucho más abajo que el reino de Hades o el infierno.
El lugar estaba rodeado por una muralla triple. Tenía una torre de vigilancia y una enorme puerta que era imposible atravesar hasta para los propios dioses.
Los dioses encerraban en el tártaro a sus peores enemigos. También iban a parar allí los grandes criminales, después del juicio de las almas.
Cuando las ánimas descendían al , cuya entrada estaba en un bosque de álamos negros, los familiares de los muertos les colocaban una moneda en la boca, bajo la lengua para poder pagar su entrada. Las ánimas que no llevaban la moneda tenían que esperar eternamente para poder entrar o buscar una entrada lateral, donde un perro llamado can Cerbero, esperaba dispuesto a devorar a los intrusos.
El Can Cerbero cuidando la entrada al Tártaro<br>Dibujo por Mirta Croxatto
Zeus envió allí a los Titanes después de una gran batalla.
Era un lugar tan escalofriante que hasta los mismos dioses le tenían miedo.

Los Oráculos


Los oráculos no eran precisamente lugares sino parte de la religión. Había algunos establecidos. De Zeus en Dodoma, De Apolo en .
Los  eran formas de consultar sobre el futuro.
Sacerdotiza interpretando oráculos<br>Dibujo por Mirta Croxatto
Aparecen en muchos mitos y leyendas. Cuando algún héroe va a llevar a cabo algún viaje, batalla, o aventura, primero consulta al oráculo para saber qué riesgos tendrá que afrontar.
Cada oráculo tenía su sistema de adivinación. El vuelo de los pájaros, los sueños, el crujido de hojas y otros.


El Laberinto


Los laberintos son construcciones llenas de pasadizos tramposos. Pasillos sin salida y recovecos que no llevan a ninguna parte.
Laberinto<br>Dibujo por Mirta Croxatto
Están construídos de tal manera que una vez que alguien entra es imposible encontrar la salida.
Es famoso el laberinto del Minotauro en Creta.
Puedes ver Leyendas Mitológicas.


El Jardín de las Hespérides


El país de las Hespérides estaba ubicado en el extremo occidente, al borde del río Océano y muy cerca del monte Atlas.
El jardín de las Hespérides<br>Dibujo por  Mirta Croxatto
Estaba custodiado por las Hespérides. Hijas de la estrella de la tarde. Estas ninfas, de dulce y melodiosa voz, según las leyendas tradicionales eran hijas de Zeus y Temis.
Ellas custodiaban un jardín maravilloso, lleno de fuentes de ambrosia, cuyos árboles estaban cargados de frutos en todas las estaciones del año, llamado el jardín de las Hespérides.
Este jardín estaba consagrado a la diosa Hera, porque ella había plantado allí las manzanas de oro que le regaló la diosa tierra, Gea, como regalo de bodas.
El árbol de las manzanas de oro era custodiado por el dragón Ladón.
A las puertas del jardín se encontraba el gigante Atlas, sosteniendo la bóveda celeste sobre sus espaldas.

Los Campos Elíseos


También llamados "Campos Afortunados" o "Islas de los Bienaventurados", era un territorio feliz donde eran llevados los mortales favorecidos por los dioses sin probar la muerte para que gozaran de la felicidad eterna.
Los Campos Elíseos quedaban sobre el margen occidental de la tierra bañados por la corriente del Océano.




Mitos Griegos

Mito Griego de la Creación


En un principio solo existía el Caos. A continuación,  o la Madre Tierra engendró por si misma a Urano, o el Firmamento Estrellado.
Gea se unió a Urano y tuvo varios hijos.
En primer lugar nacieron seis Titanes varones: Océano, Ceo, Crío, Hiperión, Japeto y Crono, que era muy perverso, y seis Titánides mujeres: Tía, Rea, Temis, Mnemósine, Febe y Tetis.
Luego Gea y Urano tuvieron otros hijos, Los Cíclopes. Arges, Estéropes y Brontes.
Y más tarde fueron padres también de los Hecatonquiros, tres monstruos gigantes con cien brazos y cincuenta cabezas cada uno.
Urano era malvado y cada vez que Gea iba a dar a luz, los retenía en el vientre de Gea, no permitiendo que nacieran.
Cansada Gea de sufrir, ya que sentía que estaba por explotar, urdió un maléfico plan. Dio a luz una hoz de acero brillante y buscó la ayuda de Crono, el más perverso de sus hijos para que le cortara los órganos genitales mientras dormía.
Crono esperó agazapado que Urano roncara placidamente y con la hoz provista por su madre, Gea, lo castró tirando sus órganos al mar.
Crono mantenía encadenados a todos los monstruos en las profundidades de la tierra.
La sangre derramada, volvió a fecundar la tierra. De allí nacieron las Erinias, espiritus vengadores de los crímenes de sangre, Los Gigantes y las Ninfas Melíades o de los árboles de fresno. Del órgano que cayó al mar nació la diosa Afrodita, que encontraron flotando en una concha marina.
Crono se unió a Rea, pero también tenía la mala costumbre de comerse a sus hijos, entonces el menor, Zeus, lo destronó y conquistó el dominio del mundo.
Los Titanes que estaban confinados en las profundidades, no estaban de acuerdo y se sublevaron agitando la tierra, sacudiendo las montañas y causando todo tipo de terremotos y maremotos.
Zeus, pensó que si los soltaba se calmarían, pero apenas los liberó de su prisión, comenzaron a arrojarle rocas y amontonar montañas. Este desastre duró diez años.
Zeus deseaba poner orden de una buena vez y para siempre, entonces descendió hasta el Tártaro donde se encontraban encadenados los Cíclopes y los Gigantes de cien brazos y les pidió ayuda para acabar con el flagelo de los Titanes.
Estos accedieron de buena gana y cuando por fin volvieron a ver la luz del sol se llenaron de energía y se lanzaron a la batalla con todas sus fuerzas. Tembló la tierra y se sacudió el cielo hasta que los Titanes quedaron sepultados bajo una montaña de rocas arrojadas por los monstruos de cien brazos. Los que sobrevivieron fueron arrojados al Tártaro y nunca más volvieron a salir de allí.


Dédalo y Talo
Dédalo era natural de Atenas.
Era un gran constructor. Fue reconocido como el primer escultor que trabajó el mármol haciendo hermosas estatuas. También era arquitecto. Muy habilidoso en el uso de las herramientas. Pero Dédalo era muy celoso.
Junto a Dédalo trabajaba su sobrino Talo, un joven muy ingenioso. Talo un día encontró en el campo una mandíbula de serpiente y se inspiró para inventar el serrucho, forjando en el hierro una serie de dientes semejantes a los de la serpiente. Cuando Dédalo vió el invento le agarro un ataque de celos y arrojó a Talo desde un precipicio.
Como no pudieron acusarlo por falta de pruebas, lo condenaron al destierro. O sea que tenía que marcharse de Atenas.


Dédalo y el Laberinto 
Dédalo entonces partió hacia la Isla de , donde fue muy bien recibido por el rey . Por entonces escaseaban en la isla los arquitectos y escultores y lo tomó a su servicio.
Allí Dédalo se dedicó a crear espléndidas obras de arte.
En esos momentos, la isla de Creta estaba asolada por un terrible monstruo, con cuerpo de hombre y cabeza de toro llamado Minotauro, que sembraba el terror en toda la isla.
El rey Minos le encargó a Dédalo una construcción subterránea para encerrarlo. Dédalo, que era muy ingenioso, entonces construyó un . Esta construcción tenía tantos pasadizos, rodeos que no llevaban a ninguna parte, vueltas y sinuosidades que una vez que alguien entraba se hacía imposible encontrar la salida.
El  quedó encerrado en el centro del laberinto, de esa manera volvió la tranquilidad a Creta.
El rey Minos le encomendaba cada día más trabajo y Dédalo estaba cansado y quería irse de Creta pero el rey Minos no se lo permitía.

Icaro y Dédalo 
Ante la negativa del rey Minos para que Dédalo abandonara Creta, Dédalo comenzó a maquinar la forma de escapar.
Como Creta era una isla era prácticamente imposible escapar por mar. El rey Minos tenía una flota importante y lo capturaría.
Dédalo había tenido un hijo con una esclava en Creta, su nombre era Icaro. Entonces decidió que escaparía con su hijo por aire.
Inspirándose en el vuelo de los pájaros, construyó entonces dos pares de alas. Unas para Icaro y otras para él. Acopió gran cantidad de plumas que fue fijando a la estructura con cera de abejas y luego las adaptó con un arnés a su espalda y sus brazos.
Cuando ya estaba todo preparado le dijo a su hijo:- Icaro, si quieres huir conmigo de esta isla, préstame atención y sigue mi consejo. Es necesario que vueles en la mitad de la atmósfera. Si vuelas muy bajo la humedad y el vapor del agua empaparán las plumas, éstas serán muy pesadas y caerás al mar. Y si vuelas muy alto, el calor del sol derretirá la cera, se desprenderán las plumas y también caerás al mar.
Una vez que terminó de dar todas las explicaciones, Dédalo se lanzó al espacio. Icaro lo siguió como un pichón que sale por primera vez del nido. Pero Icaro pronto se entregó al placer del vuelo con entusiasmo. La vista era maravillosa y comenzó a volar más y más alto acercándose peligrosamente al sol. Es así que las plumas comenzaron a desprenderse de la estructura hasta que  cayó fatalmente, ahogándose en el mar.

Teseo y el Minotauro 
El rey Minos había encerrado en el laberinto al temible monstruo Minotauro. 
A su vez, Minos había impuesto un terrible tributo sobre la ciudad de Atenas: Cada nueve años debían enviar siete muchachos y siete muchachas para ser alimento del terrible monstruo.
Atenas ya había enviado dos grupos de jóvenes para alimentarlo. Esta sería la tercera remesa de jóvenes enviados. Uno de los siete jóvenes se llamaba .
Antes de entrar al laberinto conoció a , una hija de Minos que se enamoró de él y decidió ayudarle.
El problema no era solo matar al Minotauro sin armas, ya que no se les permitía entrar armados al laberinto, sino poder encontrar la salida en tan intrincados pasillos.
Ariadna, entonces, sin que nadie lo advirtiera, le entregó a Teseo un carretel de hilo. Gracias a esto, Teseo pudo encontrar la salida del laberinto después de matar a puñetazos al Minotauro.
Teseo salvó de este modo a todo el grupo y se escapó llevando a Ariadna consigo.


Gordio y el Nudo Gordiano 
 era un pobre campesino.
Un día vio que un águila se había posado en la vara de su carro de bueyes. Como el águila seguía instalada en la vara, sin inmutarse, entonces Gordio decidió dirigirse a Telmiso en Frigia , porque allí había un oráculo confiable para preguntarle qué podía significar esto.
Antes de atravesar la puerta de entrada a la ciudad, encontró a una bella joven que poseía el don de la profesia. No bien vio el carro con el águila, le dijo a Gordio que debería ir directamente a ofrecerle sacrificios a Zeus y le pidió que la dejara acompañarlo.
-Por supuesto. Respondió Gordio. Y agregó –Eres una joven muy inteligente, ¿Quieres casarte conmigo?
-Primero hay que ofrecer sacrificios, dijo ella.
Entonces se dirigieron hacia la ciudad.
Ellos no sabían que el rey de Frigia había muerto subitamente y como no tenía hijos no se conocía al sucesor.
Pero un oráculo vaticinó:-!Su nuevo rey se acerca con su futura esposa en un carro tirado por bueyes! . Ellos entraron con la carreta en la plaza e inmediatamente todas las miradas se posaron en ellos y en el águila que todavía seguía parada sobre la vara de la carreta.
Inmediatamente proclamaron- ¡Aquí está nuestro nuevo Rey!.
Como agradecimiento le dedicó el carro y los bueyes a Zeus.
Gordio había enganchado el carro a la vara con un nudo muy particular.
Un oráculo vaticinó:-El hombre que pueda desatar el nudo se convertiría en el dueño y señor de Asia. La carreta quedó entonces en la Acrópolis, durante siglos, bajo la atenta vigilancia de los sacerdotes de Zeus.
En el año 333 antes de Cristo, Alejandro de Macedonia, También conocido como Alejandro Magno, pasó por la ciudad y cortó el nudo con su espada en un acto de soberbia.

El Rey Midas y Dionisio


 era el rey de Macedonia. Fue el primer hombre en plantar un jardín de rosas.
Le gustaba disfrutar de la buena vida, las fiestas, escuchar música y pasarla bien.
Una mañana un jardinero le dijo: -Hay un Sátiro completamente borracho tirado en tu rosedal.
-¡Traedlo inmediatamente ante mi presencia! Dijo Midas
El sátiro resultó ser Silenio.
Silenio había viajado con Dionisio a la India y tenía muchas e interesantes anécdotas para relatar. Midas se entretuvo cinco días escuchando atentamente las historias de ese continente lejano, sus ciudades, sus barcos y sus gentes.
Al terminar, sin mediar ningún castigo por aplastar sus rosas, lo envió sano y salvo con Dionisio.
Dionisio, agradecido le dijo a Midas: -¡Pídeme lo que quieras y te lo concederé! Midas, eligió tener el poder de convertir en oro todo lo que tocase. Y así le fue concedido.
Al principio resultaba muy divertido hacer rosas o pájaros de oro. Pero por error convirtió a su propia hija en estatua de oro.
Y más tarde la desesperación se apoderó de él cuando tenía hambre y su comida se convertía en oro o cuando tenía sed y el vino se convertía en oro.
Llorando le pidió ayuda a Dionisio: -¡Por favor, Dionisio, libérame de este castigo. Mi propia hija es una estatua de oro y no puedo ni beber ni comer. Estoy muriendo de hambre y de sed. Ayúdame!
Dionisio se rió a carcajadas y lo mandó a lavarse las manos para quitarse el toque mágico a un río de Frigia llamado Pactolus, cuyas arenas son todavía doradas. Y le devolvió la vida a su hija.


Las Orejas del Rey Midas 
La diosa  había inventado la flauta doble. Cuando la soplaba conseguía arrancarle hermosas melodías.
Una noche, en que Atenea estaba tocando la flauta en un banquete, Hera y Afrodita comenzaron a reírse en secreto.
Atenea se preguntaba porqué. Entonces se sentó ala orilla de un arroyo a tocar y cuando vio su aspecto ridículo, con las mejillas hinchadas mientras soplaba la flauta, la arrojó al arroyo con una maldición para el que la encontrara.
Tiempo después, Marsias encontró la flauta en el arroyo y consiguió arrancarle deliciosas melodías. Tanto que decidió competir con el dios Apolo.
Apolo llamo a las musas y al rey  que tanto apreciaban la música para que actuaran como jurado. Marsias tocaría la flauta y Apolo la lira.
Los dos tocaron sus instrumentos pero el jurado no pudo ponerse de acuerdo porque ambos dieron un espléndido concierto.
Entonces Apolo dijo: Te reto a que toques tu instrumento al revés como lo hago yo. Apolo dio vuelta la lira y siguió tocando.
-¡Yo no puedo hacer eso! Replicó Marsias.
-Entonces Apolo gana, dijeron las Musas.
-Eso es muy injusto, dijo el rey Midas-Su instrumento no se lo permite.
Como las musas eran nueve, Y Midas solo uno, ganaron ellas.
Apolo dijo entonces a Marsias:-¡Tu debes morir, por retar a al mismo dios de la música a una competencia! Y diciendo esto lo mató.
Después a Midas lo llamó burro y le tocó las orejas que comenzaron a crecer al instante, convirtiéndose en orejas de burro.
El Rey Midas avergonzado, corrió a cubrirse las orejas con un gorro frigio. No quería que nadie se enterase de su desgracia.
Pero su peluquero no tuvo más remedio que enterarse cuando lo fue a visitar para que le cortase el cabello. Midas lo amenazó de muerte si le contaba a una criatura viviente el secreto de sus orejas.
El secreto quemaba en el pecho del peluquero, necesitaba repetirlo desesperadamente.
Entonces viendo que no había nadie a su alrededor, cavó un hoyo a la vera del río Pactolus, se agachó y susurró dentro del hoyo: -El Rey Midas tiene orejas de burro.
Tapó el hoyo con arena, asegurándose que su secreto estaba bien enterrado y se fue aliviado.
Pero una caña comenzó a brotar y les susurró a las otras hierbas:
-El rey Midas tiene orejas de burro. Pronto los pájaros escucharon la noticia.
Justamente pasaba por el lugar un hombre llamado Melampo, que comprendía el lenguaje de los pájaros. Melampo le contó a sus amigos y luego fue delante del rey Midas y le dijo:
-¡Quítate el sombrero, quiero ver tus orejas de burro!
El rey Midas, sorprendido, primero le cortó la cabeza al peluquero y más tarde se mató a si mismo por la vergüenza.

Perséfone, La Hija Perdida

Había una vez una diosa llamada  que tenía una hermosa hija llamada Perséfone. La joven tenía grandes ojos verdes y una cabellera de bucles dorados. Vivía con su madre en un departamento del palacio en el monte Olimpo y de vez en cuando bajaba a los prados a recoger flores en compañía de sus amigas.
Un día, el dios de los muertos, , que vivía en el centro de la tierra, rodeado de tinieblas, se enamoró profundamente de Perséfone.
Como Hades era muy astuto no se animó a acercarse sin antes pedir permiso a Zeus, el más importante de todos los dioses del Olimpo. Zeus, no le contestó ni si ni no, pero le guiñó un ojo. Entonces Hades, trazó un plan para cumplir su deseo.
Un día que Perséfone, estaba recogiendo flores tranquilamente con sus amigas, se alejó distraída del grupo para recoger un narciso. En ese momento la tierra se abrió y de allí surgió el dios de los muertos en un carruaje negro. La secuestró y la llevó con él sin dejar ningún rastro.
Las amigas no habían visto como Perséfone se había esfumado sin dejar rastro alguno. Así que nada pudieron decirle a Demeter, la madre, que sufrió por la desaparición de su hija.
Demeter, desesperada comenzó a buscarla. Se disfrazó de anciana y comenzó a recorrer toda Grecia buscando alguna pista sobre su hija. Durante nueve días ni comió ni bebió.
Cuando los reyes de Eleusis la vieron, le ofrecieron quedarse con ellos en el palacio para cuidar de sus hijos.
Un buen día, el hijo mayor de los reyes le dijo:
-Diosa Demeter, tengo malas noticias. Un pastor me contó que vio un carruaje siniestro, guiado por un rey calzando una armadura negra, se llevó a una joven que gritaba muerta de miedo. La tierra se abrió y ambos desaparecieron en sus entrañas. Pienso que podría ser tu hija Perséfone.
Demeter, reconoció a Hades por la descripción del pastor, pensó que Zeus tenía algo que ver en este asunto y decidió vengarse.
Como Demeter era la diosa de la agricultura, recorrió Grecia prohibiendo a los árboles dar fruto, a los pastos crecer y a las semillas germinar. Al poco tiempo el ganado no tenía como alimentarse y comenzó a morir. Si esto continuaba, los hombres pronto morirían también por falta de alimento.
Zeus se asustó y trató de convencerla enviándole riquísimos regalos,joyas y oro, pero Demeter no los aceptó.-No quiero tus regalos. Solo quiero a mi hija Perséfone de vuelta en mi casa.
Zeus, viendo que era imposible convencer a Demeter, llamó a Hermes y lo envió al Tátaro para darle un mensaje al dios Hades.
- Por favor, devuelve a Perséfone o todos estaremos perdidos ya que los humanos están en serio peligro debido a la falta de alimento.
Hades le respondió:
-Solo puedo enviar a Perséfone de vuelta a su casa, mientras no haya probado el alimento de los muertos.
Perséfone estaba tan triste que se había negado a probar bocado desde el día de su secuestro.
Entonces Hades le dijo:
- Hermosa Perséfone, parece que no eres feliz a mi lado. No has probado bocado desde el día en que llegaste. Cada día estás más delgada y si sigues así pronto morirás. Mejor que vuelvas a tu casa.
Pero un jardinero que escuchó la conversación dijo:
-¿Cómo que no ha probado bocado? Yo la vi comer granadas de tu huerto esta mañana.
Hades se sonrió satisfecho. La subió a un carruaje y la llevó junto a su madre, que apenas la vio se abrazó a ella llorando de felicidad.
Pero Hades le dijo:
-Diosa Demeter, tu hija Perséfone ha comido siete granadas de mi huerto, por lo tanto debe regresar al Tártaro conmigo.
Demeter, furiosa respondió:
-Si eso ocurre, jamás levantaré la maldición que pesa sobre la tierra. Todos los hombres y los animales morirán.
Zeus, espantado por la respuesta de Demeter, envió a su esposa Hera a a negociar con los dioses.
Finalmente Demeter aceptó que el príncipe de las tinieblas se case con Perséfone. Su hija debía pasar siete meses al año con Hades, un mes por cada granada que comió y cinco meses junto a Demeter, su madre.
Por esa razón la tierra florece y fructifica en primavera y verano, cuando Perséfone visita a su madre y la tierra está triste y seca en otoño e invierno, cuando Perséfone está junto a Hades.













Orféo y Eurídice
Había una vez una Musa llamada Calliope. Ella tenía un hijo llamado .
Orfeo, además de ser un gran poeta, tocaba muy bien la lira, deleitando a todos los que lo escuchaban. Tanto hombres como animales quedaban extasiados con su música. Hasta los árboles y las rocas se movían y cambiaban de lugar solo para escuchar sus dulces melodías.
Orfeo estaba casado con Eurídice, su bella esposa, de la cual estaba sumamente enamorado.
Un día mientras recorrían el bosque tomados de la mano, Eurídice, sin querer, pisó una serpiente venenosa que estaba dormida. La serpiente, furiosa por haber sido despertada tan abruptamente, le mordió el tobillo y Eurídice murió envenenada a los pocos minutos.
Orfeo, desesperado por recuperar a su esposa, decidió descender al Tártaro para buscarla y traerla de vuelta a la vida.
Orfeo tomó la lira, y mientras tocaba, encantaba a todos los que se cruzaban en su camino. Hasta el can Cerbero, el perro de tres cabezas custodio del Tártaro, lo seguía como un cachorrito manso.
Orfeo continuó su largo recorrido encantando con su melodía a uno tras otro hasta llegar hasta el mismo trono de Hades, el rey de los muertos, que fascinado por los suaves acordes de la lira, le preguntó:-¿Qué vienes a buscar aquí, Orfeo?
-Quiero a mi esposa Eurídice de vuelta conmigo. Respondió Orfeo.
-¡Ah! Escúchame bien. Dijo Hades-Permitiré que Eurídice regrese contigo con una sola condición: -Deberás caminar sin mirar atrás hasta que llegues a plena luz del sol. Eurídice te seguirá mientras tocas la lira y no sufrirás daño alguno.
Orfeo, feliz comenzó a entonar la más dulce de las melodías mientras Eurídice lo seguía a la distancia. Pero Orfeo estaba tan ansioso por volver a verla, que pronto olvidó la condición impuesta por Hades y cuando faltaba solo un minuto para salir a la luz, volteó la cabeza para mirarla y perdió a Eurídice para siempre.


El Triste Final de Orféo
Un día ,el dios supremo del Olimpo, Zeus dijo:-Mi hijo Dionisio, también conocido como Baco, merece ser nombrado dios por haber inventado el vino. Y lo elevó al rango de dios.
Orfeo se negó a adorarlo como dios diciendo:
 no puede ser dios. Es un mal ejemplo para los mortales ya que está borracho la mayor parte del día. Me niego a ofrecerle sacrificios a un borracho.
Cuando Dionisio escuchó el comentario se enojó tanto que envió a un grupo de Ménades, mujeres embriagadas todo el tiempo, a perseguirlo.
Cuando las Ménades lo encontraron, Orfeo estaba placidamente dormido junto a su lira. Si hubiera estado despierto tocando su lira ellas habrían quedado encantadas por su música.
Entonces, las Ménades, le cortaron la cabeza y la arrojaron a un río cercano. Luego cortaron el resto del cuerpo en pedacitos.
Las Musas encontraron los trozos de Orfeo y apenadas por la triste desaparición del músico, los enterraron a los pies del monte Olimpo, donde los ruiseñores entonaron de allí en más dulcísimos cantos.
La cabeza de  floto río abajo hasta llegar al mar, donde un barco de pescadores la atrapó en sus redes y le dieron sepultura.
Zeus permitió que se pusiera la lira de Orfeo en el cielo, formando la constelación llamada ¨ La Lira¨

Atenea y Aracne
Cuenta la leyenda que había una hermosa joven llamada Aracne. Era muy habilidosa en el arte de entretejer la lana, y por ese talento era reconocida.
Las Ninfas bajaban muchas veces hacia su morada para admirar sus trabajos y quedaban embelezadas por sus magníficos bordados.
En una ocasión le preguntaron si la diosa Atenea le había enseñado a trabajar la lana, pero Aracne se defendió como si la hubieran insultado:-¡Nadie me ha enseñado el oficio! Si Atenea quiere venir a competir conmigo, que venga!
Atenea la escuchó. Entonces se disfrazó de anciana para acercarse sin despertar sospechas y le dijo suavemente: -Acepta los consejos de esta anciana. Tú puedes alcanzar la gloria con tu oficio pero jamás podrás eclipsar a una diosa inmortal, como Atenea.
Aracne se ofuscó aún más:- ¡Que venga y teja! ¡Ya veremos quién gana!
Entonces, Atenea se quitó el disfraz de anciana, se sentó a su lado y comenzó a tejer. Durante horas y sin descanso se dedicaron a trazar intrincados y hermosos bordados.
Atenea hizo un magnífico trabajo, pero nada pudo decir del bordado maravilloso de Aracne.
La diosa, despechada destrozó en mil pedazos el trabajo de su competidora y ésta al no poder soportar esa humillación, intentó ahorcarse.
Atenea se compadeció de la joven y la salvó de la muerte pero luego le dijo: -¡Eres una desgraciada! ¡No vas a morir, pero a partir de ahora, tu vida penderá siempre de un hilo!
Aracne, fue convertida en araña y desde entonces no cesa de tejer colgada de un hilo.

La Manzana de la Discordia
Cuenta la leyenda, que cuando Peleo y Tetis se casaron. enviaron invitaciones a la fiesta para todos los dioses . como no querían tener problemas en un día tan especial, decidieron que lo mejor sería no invitar a Eris, conocida como La Discordia.
Eris se enojó tanto que se apareció en el banquete de bodas de todos modos. Furiosa se dirigió a la mesa donde se encontraban las diosas más hermosas: Hera, Atenea y Afrodita y arrojó ua enorme manzana con una inscripción tallada que decía: "Para la más Hermosa".
Hera dijo: Debe ser para mí. Pero al instante, Atenea y Afrodita también reclamaron la manzana y pusieron a Zeus como árbitro.
Zeus, no quería tomar parte por ninguna de las diosas ya que sabía que por lo menos dos de ellas terminarían haciendo reclamos por su intervención o lo que es peor, enemistadas con él y decidió sacarse el problema de encima.
No se le ocurrió nada mejor que enviar a las tres diosas ante el joven y hermoso  para que decidiera él.
Una a una las diosas fueron desfilando ante él cubriéndolo de promesas.
-Prometo darte poder y riquezas si me eliges- Dijo Hera.
Atenea le prometió: -Si dices que yo soy la más bella, te otorgaré gloria en las guerras y fama por doquier-.
Pero , la sensual Afrodita, que era muy astuta, le ofreció la mujer más hermosa por esposa y esto lo convenció definitivamente.
Afrodita obtuvo la manzana de oro y de allí en más Hera y Atenea se convirtieron en sus peores enemigas.
Afrodita , fiel a su promesa le ayudó a Paris a conseguir el amor de , que se convertiría en el motivo de la famosa guerra de Troya.

Eco y Narciso
 era una ninfa que habitaba en el bosque junto a otras ninfas amigas y le gustaba cazar por lo cual, era una de las favoritas de la diosa Artemisa.
Pero Eco tenía un grave defecto: Era muy conversadora. Y además en cualquier conversación o discusión, siempre quería tener la última palabra.
Cierto día, la diosa Hera salió en busca de su marido Zeus, al cual le gustaba divertirse entre las ninfas. Cuando Hera llegó al bosque de las ninfas, Eco la entretuvo con su conversación mientras las ninfas huían del lugar.
Cuando Hera descubrió su trampa la condenó diciendo:- Por haberme engañado, a partir de este momento pederás el uso de la lengua. Y ya que te gusta tanto tener la última palabra solo podrás responder con la última palabra que escuches. Jamás podrás volver a hablar en primer lugar.
Eco, con su maldición a cuestas se dedicó a la cacería recorriendo montes y bosques. Un día vio a un hermoso joven llamado  y se enamoró perdidamente de él. Deseó fervientemente poder conversar con él, pero tenía la palabra vedada. Entonces comenzó a perseguirlo esperando que Narciso le hablara en algún momento.
En cierto momento, en que Narciso estaba solo en el bosque y escuchó un crujir de ramas a sus espaldas y gritó:- ¿Hay alguien aquí?
Eco respondió: -Aquí.
Como Narciso no vio a nadie volvió a gritar: -Ven
Y Eco contestó: -Ven
Como nadie se acercaba, Narciso dijo:- ¿Por qué huyes de mí? Unámonos
La ninfa, loca de amor se lanzó entre sus brazos diciendo:- Unámonos
Narciso dio un salto hacia atrás diciendo:- Aléjate de mi! Prefiero morirme a pertenecerte!
Eco respondió: -Pertenecerte.
Ante el fuerte rechazo de Narciso, Eco sintió una vergüenza tan grande que llorando se recluyó en las cavernas y en los picos de las montañas. La tristeza consumió su cuerpo hasta pulverizarlo. Solo quedó su voz para responder con la última palabra a cualquiera que le habla.
Narciso no solo rechazó a Eco, sino que su crueldad se manifestó también entre otras ninfas que se enamoraron de él. Una de esas ninfas, que había intentado ganar su amor sin lograrlo le suplicó a la diosa Hera que Narciso sintiera algún día lo que era amar sin ser correspondido y la diosa respondió favorablemente a su súplica.
Escondida en el bosque, había una fuente de agua cristalina. Tan clara y mansa era la fuente que parecía un espejo. Un día Narciso se acercó a beber y al ver su propia imagen reflejada pensó que era un espíritu del agua que habitaba en ese lugar. Quedó extasiado al ver ese rostro perfecto. Los rubios cabellos ondulados, el azul profundo de sus ojos y se enamoró perdidamente de esa imagen.
Deseó alejarse, pero la atracción que ejercía sobre él era tan fuerte que no lograba separase .Muy por el contrario deseó besarlo y abrazarlo con todas sus fuerzas. Se había enamorado de si mismo.
Desesperado, Narciso comenzó a hablarle:- ¿Por qué huyes de mí, hermoso espíritu de las aguas? Si sonrío, sonríes. Si estiro mis brazos hacia ti, tú también los estiras. No comprendo.
Todas las ninfas me aman, pero no quieres acercarte.- Mientras hablaba una lágrima cayó de sus ojos. La imagen reflejada se nubló y Narciso suplicó: -Te ruego que te quedes junto a mí. Ya que me resulta imposible tocarte, deja que te contemple.
Narciso continuó prendado de si mismo . Ni comía, ni bebía por no apartarse de la imagen que lo enamoraba hasta que terminó consumiéndose y murió.
Las ninfas quisieron darle sepultura, pero no encontraron el cuerpo en ninguna parte. En su lugar apareció una flor hermosa de hojas blancas que para conservar su recuerdo lleva el nombre de Narciso.

Perseo y Atlas
Cuando Perseo mató a la Gorgona, se llevó la cabeza consigo y partió volando lejos, hasta la tierra donde vivía el rey Atlas.
Atlas era un hombre de tamaño descomunal. Su mayor orgullo era su jardín ya que sus árboles daban frutos de oro.
Perseo se presentó diciendo que venía de visita en calidad de huesped, pero Atlas , desconfiado, temiendo que quisiera robarle sus frutos dorados lo echó.
Atlas era un gigante y Perseo no se animaba a enfrentarlo. Entonces le ofreció como obsequi la caja que escondía la cabeza de la Gorgona.
Perseo abrió la caja mientras apartada sus ojos y levantó la cabeza de la Gorgona.
Al instante Atlas quedó convertido en piedra. Su cuerpo aumentó de tamaño hasta convertirse en una montaña.

Perseo y el Monstruo Marino
Luego de convertir al gigante Atlas en piedra, Perseo voló hasta el país de los etíopes cuyo rey era Cefeo. La reina de los Etíopes, Casiopea en un alarde de orgullo por su belleza se comparó con las Ninfas del Mar. Estas en represalia enviaron a un monstruo marino para que devastara la costa.
El rey Cefeo, preocupado consultó al oráculo y este le ordenó sacrificar a su bella hija Andrómeda al monstruo para apaciguarlo.
El rey, entonces mandó encadenar a su hija a una roca junto al mar para ser devorada por la bestia del mar.
Perseo, cuando se acercó a la costa en su vuelo divisó a la hermosa doncella encadenada frente al mar y, sin dar crédito a sus ojos se acercó a ella para preguntarle la razón de su triste destino.
Andrómeda, llorando desconsoladamente le confesó que su destino era ser la víctima que calmaría la furia de los embates del monstruo del mar.
Mientras conversaban el monstruo marino se acercaba a la costa. El rey Cefeo y la reina Casiopea eran testigos desgraciados del final trágico de su hija ya que nada podían hacer por ella.
Perseo, al ver la hermosura de Andrómeda y la desesperación de sus padres se presentó y ofreció exterminar al monstruo, pidiendo al mismo tiempo como recompensa a su hija en matrimonio.
Los padres aceptaron encantados y le prometieron además una boda real.
Perseo sin titubear se lanzó en feroz lucha contra la bestia marina. Le clavó su espada, el monstruo se retorció y devolvió el ataque con furia descontrolada. Perseo, con sus alas esquivaba los coletazos y le clavaba la espada en cada sitio libre que encontraba.
Poco a poco fue guiando la furia del monstruo hasta la costa ya que sus alas estaban mojadas y cuando lo tuvo cerca le partió una roca entre los ojos y el monstruo echando agua y sangre por la nariz, murió tras un atronador aullido.
El rey de los etíopes y su esposa desencadenaron a la doncella de la roca. Felices y agradecidos con Perseo, le ofrecieron la mano de su hija.

La historia de la caja de pandora.
















Promete fue el responsable de crear a la humanidad y debido esto es amigo del hombre, viendo que Zeus le había quitado el fuego a la humanidad, entra al Olimpo a robar el fuego para devolvérselo a la humanidad.. Zeus enfureció y como castigo ordenó a Hefesto a crear a la primera mujer que fuese resistible ante los hombres. 
Para ello cada dios ofrece un don:
  • Hermes, ofrece su astucia
  • Atenea, ofreció la sabiduría.
  • Apolo, dio el don del arpegio.
  • Afrodita le otorga la belleza y su sexualidad.
Luego de esto Zeus le entrega a esta mujer una caja la cual contenía dentro diversos males para la humanidad.

UN BELLO MAL




Esta mujer con tales dones llamada Pandora, catalogada como un mal hermoso junto al regalo que le entregó Zeus.

Zeus le entrega a Prometeo esta bellísima mujer, pero este la rechazó pues este regalo tan hermoso podría traer algo escondido, del mismo modo pandora se dirige con Epimeteo, hermano de Prometeo quien le advierte que debe cuidarse de tan agradable obsequio.

Restándole importancia a la advertencia de su hermano, Epimeteo acepta a pandora.

LA CURIOSIDAD DE PANDORA


Pandora y Epimeteo vivieron varios años felices y plenamente enamorados, pero así como pasaba el tiempo, la curiosidad de pandora crecía cada vez más hacia ese objeto que le regalo Zeus, deseaba saber que había dentro de la caja.

Un día pandora no aguanto más la tentación y abre la caja, dejando salir un espantoso ruido y humo negro.

Así fue como las desgracias colmaron la tierra, primera vez que pandora siente que sus ojos se llenan de lagrimas.

El hermoso mundo que se conocía ya no era lo mismo, se escuchaban gritos y peleas en las calles.

Finalmente del fondo de la caja de pandora sale un último misterio, se trataba de la esperanza que salió a combatir cada una de las desgracias que rodeaban al mundo.

LA PUERTA DEL TÁRTARO







Puerta del Tártaro: De acuerdo a la mitología Griega el tártaro es un lugar mucho más profundo que propio infierno de Hades, es donde son enviados los condenados, por otra parte también personifican al tártaro como una de las deidades primordiales junto con Caos, Eros y Gea, así mismo la puerta del tártaro es un pasaje simbólico y de gran importancia dentro de la mitología griega.
En la obra literaria “La Ilíada” de Homero, Zeus explica que el tártaro esta tan por debajo de Hades como lo están la tierra del cielo, debido a su lejanía con la luz del sol, las fronteras del tártaro, las cuales se ven representadas por un muro de bronce, se encuentran rodeadas por tres capas de extrema oscuridad.
La puerta del tártaro se encuentra custodiada por Cerbero, el perro de tres cabezas de Hades.
CAMINO AL TÁRTARO


El alma de un difunto es trasladada por Caronte, el barquero que conduce una barca que cruza a través del rio Aqueronte, una sección de la laguna Estigia que se conecta con el infierno, este rio fluye por el Epiro y su trayecto se pierde en una profunda falla.

Luego de cruzar el río, Caronte deja a su viajero en  la puerta del tártaro donde Cerbero lo deja pasar.. Cabe mencionar que este monstruo de tres cabezas dejaba pasar a todos, pero no deja salir a nadie.

El tartaro se caracteriza por ser un lugar que ofrece a sus visitantes castigos que perduran por toda la eternidad.

DENTRO DEL TÁRTARO


Los prisioneros que se encerraban en el tártaro eran reguardados por gigantes de 50 cabezas y 100 brazos, llamados Hecatónquiros.

Mientras, Cronos arroja al tártaro a los cíclopes, que Zeus  liberó para que lo ayuden a combatir a los titanes.

Tras la victoria de Zeus los titanes fueron arrojados al tártaro, pudiéndose salvar Atlas, Crono, Epimeteo, Metis, Menecio y Prometeo.



ATLAS


Atlas

Atlas era un fuerte titán en la mitología Griega, hijo de Japeto y la ninfa Climene, luego de la titanomaquia los Titanes del Olimpo se pusieron a la orden Zeus y sus hermanos, Zeusle impuso un castigo a este dios y era cargar el arco de los cielos sobre sus hombros en el mar occidental cerca del estrecho de Gibraltar.



La imagen de Atlas es representada con un hombre desnudo, exhausto, rebelde y barbado, sujetando sobre sus hombros el enorme arco de los cielos de rodillas para separar el cielo de la tierra mantener el equilibrio y las fuerzas en todo el universo.

Este castigo se lo había impuesto Zeus por haberse aliado con Cronos para apoderarse del cielo, esta batalla duró 10 largos años y los Titanes fueron vencidos.


Fue entonces, cuando Zeus le encargó esa tarea y a los demás Titanes los desterró al infierno por tal rebelión.

Mientras Atlas sostenía la gran bóveda celestial, sus hijas Atlántidas (Pléyades y las Híades) ninfas de mar iluminan el trabajo del hombre.


Además de eso ayudó a Hércules a buscar las manzanas de oro que proporcionaban inmortalidad en el jardín de las Hespérides, el cual era custodiado por Ladón, un dragón de cien cabezas, mientras tanto Hércules le sostenía el arco del firmamento.

También, cuenta la leyenda que Perseo, hijo de Zeus visitó a Atlas y le pidió pasar la noche con él pero éste se negó, porque recordó la profecía que el hijo de Zeus le robaría las manzanas de oro del jardín de las Hespérides.

Después, Perseo molesto por su falta de hospitalidad, lo amenazó y le cortó la cabeza a Medusa con su cadena, para posteriormente convertirlo en una montaña de piedra mejor conocida como El Monte Atlas lugar donde reposan el cielo y las estrellas.





Historia del origen de los 12 dioses del    Olimpo.

El más antiguo de los dioses era urano (Cielo estrellado) que era hijo y esposo de gea (Madre tierra). De su unión con Gea, nacieron dos hijas llamadas Cibeles y Temis, aparte de muchos más hijos, siendo de los más célebres Titán, Saturno, el Océano y Japeto.

Urano, que recelaba del poder, genio y audacia de sus hijos, los trató con dureza, los persiguió sin tregua y los encerró, finalmente, en calabozos subterráneos. Gea no se atrevía a ponerse de su parte, y enardecida, rompió sus cadenas, salvó a sus hijos del Tártato y les proporcionó armas para luchar contra su padre Urano.
Saturno (Crono) se escondió un día y cortó los genitales de su padre Urano cuando este se disponía a yacer con Nix. 



Se supone que el lugar donde ocurrieron estos hechos pudo ser en Sicilia, por la fama de fertilidad que tiene dicha isla al haber sido empapada de la sangre de Urano, o bien en el cabo Drépano, por la forma de hoz que tiene, similar a la que Crono utilizó en la castración.
De la sangre que cayó al mar nació Afrodita, y de la sangre que cayó en la Tierra, nacieron las Erinias (Furias), los Gigantes y las Ninfas Melias.
A petición de su madre Gea, Crono liberó del Tártaro a los Cíclopes y a los Hecatonquiros aunque posteriormente los volviera a encerrar en él. Desde entonces reinaron Crono junto a Rea, donde antes lo hicieron Urano y Gea.

Cronos, hijo de Urano (el Cielo), sabía que el Destino lo había condenado a ser destronado por uno de sus hijos varones. Por esta razón se apresuraba a devorar a todos los hijos de sexo masculino que tenía con su esposa Rea. Ésta, cansada de verlos desaparecer uno tras otro en el estómago paterno, tuvo un día la idea de reemplazar al hijo que acababa de nacer, con un trozo de roca cuidadosamente envuelto en primorosos pañales. Cronos cayó en el engaño y Zeus pudo salvarse.
El niño fue criado secretamente sobre el monte Ida en la isla de Creta por coribantes y ninfas, y alimentado con leche de la cabra: Amaltea (uno de sus cuernos rotos se transformó después en el “Cuerno de la Abundancia”). Para que Cronos no oyera llorar a su fatal heredero, los coribantes hacían gran alboroto alrededor de su cuna golpeando los escudos con los sables. Zeus, ya mayor de edad, empezó por liberar a su padre cautivo de los titanes y después lo desterró del Olimpo. Destronado, Cronos huyó, encontrando asilo en el país latino donde reinaba Juno. El tiempo en que Cronos vivió en Italia se llamó la Edad de Oro.
Para defender el Olimpo, Zeus tuvo que sostener terribles combates. Según la leyenda, los gigantes habían sobrepuesto montañas —Pelión y Osa— una encima de otra, formando una escalera para asaltarlo. Mas fueron rechazados por Zeus que se valió de su arma irresistible: el rayo. Mientras tanto, el crimen empezaba a aparecer sobre la tierra, y Zeus se vio obligado a castigarlo en la persona de Licaón, rey de Arcadia. Ese príncipe cruel mataba a todos los extranjeros que se aventuraban en sus Estados. Zeus se presentó en su reino pidiendo hospitalidad, y Licaón, como desafiando al poder supremo, le hizo servir en la comida carne de esclavo. Indignado, Zeus redujo a cenizas la mansión del perverso rey y lo transformó en lobo. Pero el dios todopoderoso, que con sólo fruncir el ceño hacía temblar el Universo, tenía que rendir cuentas al Destino (Fáturn).
A éste se lo representaba con el globo terrestre bajo sus pies y tenía en sus manos la urna que encierra el futuro y la suerte de dioses y de mortales.

 













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